Bruselas, Uruguay 6 de diciembre de 2024 – La UE y los países del Mercosur (Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay) han concluido hoy las negociaciones del acuerdo comercial UE-Mercosur en el más absoluto secreto. 25 años después del inicio de las negociaciones, el texto completo del acuerdo UE-Mercosur sigue sin estar a disposición del público. La falta total de debate democrático y transparencia en torno al acuerdo cuestiona la legitimidad del acuerdo, generando críticas tanto a nivel regional como internacional.
Audrey Changoe, Coordinadora de Política de Comercio e Inversiones de CAN Europe, ha declarado:
«Este turbio acuerdo es un ataque frontal a la democracia. Se negoció a espaldas de los ciudadanos, a pesar de la preocupación generalizada de distintos sectores de la sociedad. 700 millones de personas se verán afectadas por el acuerdo. Es verdaderamente escandaloso que hasta el último minuto la Comisión Europea se haya negado a revelar información detallada sobre las negociaciones y los documentos de negociación».
A pesar de la oposición generalizada de la sociedad civil, los pequeños agricultores, sindicatos y consumidores a ambos lados del Atlántico, la Comisión Europea selló hoy el acuerdo durante la cumbre del Mercosur en Uruguay, coincidiendo con la presidencia rotativa del bloque encabezada por el presidente argentino Javier Milei, conocido por su postura de extrema derecha y su negacionismo frente al cambio climático.
Dentro del Mercosur, para que el acuerdo entre en vigencia, lo deben aprobar los parlamentos de todos los países miembros.
¿En qué consiste el acuerdo y cuáles son sus principales preocupaciones?
En virtud del acuerdo, la UE aumentará las importaciones de carne de vacuno, aves de corral, azúcar y otros productos agrícolas procedentes de Sudamérica, a cambio de más exportaciones comunitarias de automóviles, pesticidas -incluidos algunos que ya están prohibidos en la UE- y plásticos. Estos productos son los principales causantes de la deforestación, las emisiones de gases de efecto invernadero y la pérdida de biodiversidad, y amenazan a las comunidades indígenas, que ya soportan una carga desproporcionada de la crisis climática.
Paralelamente, la UE ha estado tomando medidas para retrasar la tan necesaria regulación de las materias primas con riesgo de deforestación. Los estudios han demostrado que el acuerdo comercial UE-Mercosur podría acelerar la deforestación en un 25%.
Además, el acuerdo también conlleva riesgos potenciales para la salud humana para la población en América Latina: el aumento de las exportaciones de pesticidas peligrosos de la UE a América Latina expone a las poblaciones vulnerables a pesticidas altamente peligrosos , clasificados como extremadamente perjudiciales para la salud humana.
UE-Mercosur podría agravar aún más la crisis socioecológica en América Latina, dado su retrógrado enfoque frente al cambio climático y la protección medioambiental, mientras beneficia a las
contaminantes industrias automovilísticas europeas, a las corporaciones químicas, así como a la agroindustria nociva para el medio ambiente por el uso intensivo de pesticidas.
Las empresas de pesticidas europeas buscan la rentabilidad con leyes sobre el uso de pesticidas más flexibles con el acuerdo UE-Mercosur. El lobby financiero más grande de la industria química europea, el Consejo Europeo de la Industria Química (CEFIC), ha estado presionando para acelerar la ratificación del acuerdo UE-Mercosur, declarando que la reducción de los aranceles sobre los productos químicos permitirá un crecimiento sostenido de las exportaciones químicas a los países de Mercosur.
La UE intenta maquillar de verde el acuerdo con un anexo medioambiental, pero no aborda las consecuencias destructivas a largo plazo de un acuerdo comercial obsoleto. Un capítulo sobre comercio y «sostenibilidad» débil e inaplicable no es un remedio, como han señalado muchos expertos jurídicos. Negociar sobre un texto de hace 25 años está completamente fuera de contacto con las realidades urgentes de la crisis climática a la que nos enfrentamos hoy en día.
Laura Restrepo Alameda, de CAN América Latina, afirmó:
«Ningún anexo ecológico puede arreglar este acuerdo intrínsecamente malo. Está construido para promover el comercio de productos que provocan deforestación, acaparamiento de tierras, uso masivo de pesticidas, emisiones de carbono y violaciones de los derechos humanos. El acuerdo empuja a Sudamérica aún más hacia el colapso ecológico y apuntala un sistema económico neocolonial destructivo que genera desigualdades sociales. El acuerdo afectará gravemente a los derechos colectivos de las comunidades indígenas, que ya soportan una carga desproporcionada de la crisis climática y a las que escandalosamente nunca se consultó sobre el acuerdo».
Changoe dice: «Todavía no es un acuerdo cerrado. Ahora debe ser aprobado, y ya existe una fuerte oposición. Frente a las crecientes tendencias mundiales de extrema derecha que descarrilan la acción climática, la sociedad civil de ambos lados del transatlántico seguirá alzando su voz contra la aplicación del acuerdo UE-Mercosur.»
Información adicional:
- CAN América Latina (CANLA) y CAN Europa publicó un informe, “Mileinomics: Expansión de los combustibles fósiles, negacionismo climático y revés a los derechos humanos en la Argentina de Milei, Por qué es hora de abandonar el acuerdo UE-Mercosur”.
- Legal opinion (Umweltinstitut, 2023) and Legal Analysis (Friends of the Earth Europe, 2023) on the EU-Mercosur deal.
- Treaty-Making by Afterthought: Can the EU-Mercosur Association Agree-ment Be Saved by the Joint Instrument?
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