Este 13 de junio de 2024 con más pena que gloria se termina la SB60 en Bonn, Alemania.
La formación jurídica me facilita identificar casos legales que son imposibles de ganar, en este escenario, los abogados utilizan tácticas dilatorias; suspender reuniones, cancelar audiencias e implementar un mar de mecanismos legales para eternizar un proceso, causando desgaste económico y desesperanza en la víctima.
Estos mecanismos son utilizados en la Convención Marco de Naciones Unidas para el Cambio Climático (CMNUCC), con el propósito de eternizar las negociaciones, proteger los intereses económicos de la industria global de hidrocarburos y generar desesperanza a la sociedad civil y a las víctimas de la crisis climática.
Un gran ejemplo de estas tácticas legales, injustas e injustificadas es el fondo de pérdidas y daños. En la COP27, celebrada en Egipto, la sociedad civil celebró un gran triunfo, al fin las partes acordaron un fondo para hacer frente a las pérdidas y daños causados por los eventos hidrometereológicos extremos, dos años más tarde, nos entregan un fondo sin fondos, manejado por el Banco Mundial, el cual promete deuda para el sur global perpetuando el sistema neocolonial y asegurando el incumplimiento de la responsabilidad de los emisores históricos.
Es importante asistir a las sesiones de negociación climática, con el objetivo de fiscalizar las decisiones irresponsables, inmorales e injustas del norte global. La historia se encargará de condenarlos.
Las negociaciones han terminado, pero la lucha debe continuar, los movimientos sociales debemos comprender que la batalla por el clima se desarrolla en las montañas, en los ríos, en los llanos, en los campos, en los bosques, en los medios de comunicación, en las escuelas, en las universidades, debemos estar junto a los campesinos, los jóvenes, las mujeres, indígenas, afrodescendientes y pueblos vulnerables de la tierra.
El pueblo organizado, jamás será derrotado, el pueblo unido jamás será vencido, por más que quieran secuestrar estas palabras, son la única solución ante la contaminación, la destrucción, la injusticia y la desigualdad climática.
Es nuestra responsabilidad histórica luchar con todas nuestras fuerzas por un mundo más justo, limpio y seguro, que respete los derechos humanos, los derechos de la naturaleza y el clima, ante todos aquellos que quieren destruirlo.