Parece que el gobierno polaco no está diciendo exactamente la verdad sobre su promesa de dejar el carbón.
Ahora, si están sentados cómodamente, comenzaremos esta lamentable historia de adicción al carbón:
El 3 de noviembre, como parte de un acuerdo internacional, Polonia, junto con otros 40 países y organizaciones, se comprometió a dejar el carbón. El acuerdo consistía en que las economías más importantes abandonaran el carbón en la década de 2030 y las más pobres en la de 2040. Todo bien hasta ahora.
Al estar basado en la confianza, los países podían elegir en qué década dejarían esta desagradable adicción.
Pero aquí la historia se vuelve un poco turbia.
El Ministerio polaco de Clima y Medio Ambiente decidió que, a pesar de ser la 23ª economía mundial, (que se prevé que crezca más en los próximos años, según el Banco Mundial) y con la ambición de entrar en el G20, poner al país en la categoría de «más pobre».
Según los expertos del ministerio, ya no eran una «economía importante» y la eliminación podía esperar no sólo hasta 2040, sino hasta 2049.
La historia termina mal (por el momento) con Polonia esquivando su compromiso con el carbón en un momento en el que es absolutamente primordial que ellos, y todos los países de la OCDE, se atengan a la fecha límite de 2030 y eviten que la temperatura global aumente más de 1,5 grados, para evitar un colapso climático extremo. Sin embargo, esperamos que esto no sea el final de la historia.
Esperamos que escuchen las voces de quienes luchan en primera línea mientras sus hogares y países se enfrentan a la destrucción y dejen el carbón cuanto antes.